El Ecuador atraviesa una crisis que afecta diversos sectores de su economía y vida social. Desde la falta de liquidez en los hogares hasta la caída en el consumo y los problemas de energía. Esta compleja realidad se ha convertido en un reto único para el país. ¿Qué caminos existen para reducir su impacto? ¿Es posible aprovechar esta crisis para generar nuevas oportunidades?
La historia de una crisis tras otra
El Ecuador ha experimentado una serie de crisis a lo largo de su historia: económicas, sociales, fiscales, energéticas y de salud. Estas han marcado repetidamente el panorama nacional. Sin embargo, la actual tiene una naturaleza diferente. Hoy en día, la inseguridad, los problemas en el suministro de energía, la falta de crecimiento económico y la contracción empresarial crean una situación inédita para el país.
Según Julio José Prado, experto en economía y profesor en IDE Business School, el Ecuador atraviesa lo que él llama una “policrisis”. Este término se refiere a la convergencia de varias crisis, y se ha usado para describir situaciones similares en países europeos y otras regiones del mundo. Prado señala que en el Ecuador esta policrisis va más allá de las tradicionales, incluyendo problemas estructurales como la crisis energética y las limitaciones fiscales. “En Ecuador no se hablaba de policrisis porque se centraba en la crisis del COVID. Hoy ya se puede usar ese término porque, además de la crisis estructural tradicional, se suman los problemas coyunturales que ya parecen estructurales, como el energético, fiscal, productivo” explica Julio José Prado, quien exploró el tema durante una charla ofrecida como parte de las charlas de continuidad del IDE Business School, uno de los beneficios de la membresía IDE Alumni. Prado llamó a esta charla Crisis y oportunidades: lecciones desde la sociedad, las empresas y las personas para sobrevivir a la policrisis actual.
La crisis energética en Ecuador: un factor determinante
Uno de los aspectos clave de este momento es, sin duda, la crisis energética. A inicios de año, parecía que los problemas de suministro eléctrico estaban controlados, lo cual generaba expectativas de una mejora económica. Sin embargo, a medida que avanzaba el segundo semestre, los problemas energéticos volvieron a emerger, afectando directamente el desempeño de varios sectores.
La industria de la construcción, el sector manufacturero y el turismo, entre otros, han tenido que lidiar con apagones, lo que ha causado una caída en el consumo. “Esto genera un problema adicional: si hay menos ventas, menos consumo y más gastos, por ende las empresas tendrán menos rentabilidad”, comenta Prado.
La crisis energética en Ecuador no solo tiene un impacto directo en las empresas, sino que afecta también las proyecciones para el futuro económico del país. Según Prado, es difícil prever un crecimiento significativo para el próximo año mientras no se resuelva este problema. “Terminaremos por debajo del 0 %. Si en este segundo semestre arrancamos con menos del 1 % de crecimiento, significaría que para tener un resultado positivo deberíamos tener un cierre de año más fuerte, y eso no está sucediendo por ahora”, afirma. La recuperación de la economía dependerá en gran medida de que el gobierno tome medidas concretas para enfrentar la crisis energética en Ecuador.
Crisis económica: causas y perspectivas de solución
La crisis económica actual no solo está marcada por problemas energéticos, sino también por la falta de inversión y liquidez en el mercado. En 2024, el gobierno recaudó aproximadamente 4.000 millones de dólares en impuestos para reducir el déficit presupuestario, pero esto se hizo a costa de retirar liquidez del mercado.
Prado señala que, para el próximo año, sería clave una inyección de recursos en la economía a través de gasto público, pagos a proveedores y proyectos de infraestructura como carreteras y puertos. Sin estas inversiones, el país podría enfrentar otro año de dificultades económicas.
Prado también advierte sobre el riesgo de que el gobierno aumente los impuestos para cumplir con sus compromisos financieros. “Si se revisa el acuerdo con el FMI, se planteó uno nuevo, y se comenta que podría ir por el aumento de impuestos a las empresas, del Impuesto a la Renta, hacer una revisión de deducciones tributarias hasta temas más complejos como el Impuesto Único a la banca y cooperativas”, explica Prado. Sin embargo, el aumento de impuestos puede tener el efecto contrario al deseado si disminuye el consumo y la inversión. En este contexto, es fundamental que el gobierno considere estrategias que promuevan la recuperación económica sin afectar la ya frágil situación de las empresas y los consumidores.
El papel de las empresas
Para sobrevivir en medio de la crisis económica y la crisis energética, las empresas deben adoptar estrategias que les permitan adaptarse a los cambios del mercado. Según Prado, es crucial que los empresarios comprendan las condiciones del mercado y busquen alternativas para mejorar su liquidez y eficiencia operativa. Entre estas estrategias, destaca la necesidad de buscar financiamiento externo, ajustar sus estructuras de costos y diversificar sus mercados.
Prado menciona que algunos sectores, como el turismo y la manufactura, han sido particularmente golpeados por la crisis económica y los problemas de suministro eléctrico. Sin embargo, también existen oportunidades para aquellos que puedan adaptarse a los cambios. “Si sabemos que este año cerraremos con suerte en cero o por debajo, los empresarios deben saber qué se puede hacer para cambiar esa tendencia. La idea es que se solucione la crisis energética, que se eviten apagones largos, al menos … Si esto se logra, ayudará a recuperar las expectativas”.
“Si no hay estos elementos mínimos que sustenten ese crecimiento, podríamos tener un año igual de malo que nos llevaría a una situación muy distinta”, asegura Prado. La innovación y la capacidad de adaptación serán claves para que las empresas sobrevivan y se fortalezcan a pesar de la crisis.
Pero no solo eso. Es importante, además, que los empresarios se enfoquen ya no solamente en comprender las necesidades de sus clientes finales, sino también en las necesidades de sus “clientes internos”, es decir, sus empleados. En el nuevo capítulo del pódcast “Mentes en Expansión” Prado menciona el caso de una empresa acerera que tuvo que tomar medidas muy específicas para mantener a flote la salud mental de sus trabajadores y, de esta manera, asegurar la supervivencia de su empresa.
Reflexiones finales: ¿qué hemos aprendido?
La pregunta clave que surge es: ¿ha aprendido el Ecuador de sus crisis pasadas? La historia reciente muestra que las crisis en Ecuador suelen repetirse, y es posible que la actual policrisis no sea la última.
No obstante, Prado sugiere que cada crisis también es una oportunidad para aprender y mejorar. “Al menos unos USD 1.000 millones en inversiones. Podrá existir una sensación a inicios de 2025 similar a julio y agosto de este año, porque entre noviembre y diciembre el FMI y los multilaterales deben desembolsar algo de ese dinero comprometido. Eso permitirá que se sienta algo de aire, pero al final es como echar papel a la fogata: te dará un poco más de calor, pero se apagará rápido si no lo sigue alimentando”, afirma.
En última instancia, la solución a este momento requerirá un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: el gobierno, las empresas y la sociedad civil. Solo mediante un enfoque integral y un compromiso genuino se podrá superar esta etapa de crisis y construir un futuro más estable para el Ecuador.