Un inevitable y muy necesario debate sobre las tendencias próximas en materia de empleo.

La conversación sobre el futuro del trabajo ya no es una predicción lejana, sino una realidad palpable. Roberto Estrada, en su Charla de Continuidad “El futuro del trabajo” y su participación en el pódcast Mentes en Expansión de IDE Business School, acertadamente señaló que bien podría llamarse “el presente del trabajo”. Los cambios que estamos viviendo, impulsados significativamente desde la pandemia, exigen una adaptación constante. Aquellos que no se sumen a esta dinámica enfrentarán desafíos considerables en el empleo.

Claves para adaptarnos al cambio

La urgencia de adquirir nuevos conocimientos y reconsiderar nuestros enfoques laborales es primordial. Como observa Estrada, debemos esforzarnos por “ser, la mayor parte del tiempo y hasta donde más se pueda, útiles y necesarios en el mundo laboral”. Esta adaptabilidad continua es fundamental para asegurar nuestro empleo en un panorama en constante evolución.

Estrada también subraya una verdad fundamental sobre la gestión del tiempo y la priorización en el trabajo: “Primero, para lo importante siempre hay tiempo. Y, segundo, dicen que, cuando le quieres asignar algo de relevancia a alguien en la empresa, asígnaselo a alguien que no tenga tiempo, porque seguramente te lo va a hacer mejor”. Esta perspectiva nos invita a reflexionar sobre cómo abordamos las nuevas exigencias del empleo.

La pandemia: un punto de Inflexión para el trabajo

Los últimos cinco años, marcados por la pandemia, han acelerado transformaciones profundas en el mundo del trabajo. Comprender estos cambios es crucial para anticipar lo que debemos hacer en el futuro cercano, quizás en tan solo un año o incluso cinco meses. La necesidad de replantearnos nuestras habilidades y conocimientos es innegable para mantenernos relevantes en el empleo.

“Yo sé. Cuesta barbaridades renunciar a algo que nos ha funcionado; a todos. Pero si no estamos dispuestos, se nos va a hacer muy complicado adquirir nuevos conocimientos y nuevas capacidades que nos preparen para un mundo que sigue transformándose”, analiza Estrada. Esta resistencia al cambio puede ser un obstáculo significativo en la preparación para el futuro del empleo.

Inteligencia Artificial y el Futuro del Talento Humano

Estrada comparte un revelador cuadro que compara las capacidades de la inteligencia artificial (IA) y la inteligencia humana, así como las áreas de convergencia. Un punto crucial es la rápida evolución de la IA: “Este cuadro es del año 2019, si no me equivoco, y una de las cosas que se dice ahí es que capacidades exclusivas del ser humano es la decisión, tomar decisiones; que, en ese entonces, la inteligencia artificial no lo podía hacer. Pero ya la inteligencia artificial generativa puede tomar decisiones por sí sola. Entonces, nos damos cuenta, cómo hace apenas pocos años, el alcance de esta tecnología no llegaba a eso y ahora sí”.

Esta capacidad de la IA para tomar decisiones redefine el panorama del empleo y exige una reconsideración continua de nuestras habilidades.La forma en que nos desempeñamos en el trabajo debe evolucionar en respuesta a estos avances tecnológicos.

¿Es necesario cambiar? La evolución del empleo

La pregunta de si es necesario cambiar, ante la aparente estabilidad, se responde con la contundente realidad de la transformación digital. El dicho “Si no está roto, no lo arregles” ya no es un paradigma válido en el contexto del futuro del trabajo.

Estrada ilustra esto con el ejemplo del talento humano: “Muchas otras cosas van a seguir este camino de transformación y si no captamos eso, si no entendemos eso, vamos a seguir pensando que mejor ni lo toquemos, hasta que nos llegue el día y en ese momento ya será muy tarde”. La inacción puede tener consecuencias significativas en la sostenibilidad del empleo.

El rol estratégico de Talento Humano

Las áreas de Talento Humano tienen un papel fundamental en la preparación para el futuro del trabajo. Deben estar en constante análisis para entender: “a) qué impactos está trayendo la tecnología al modelo de negocio; b) qué necesidades requiere el negocio para que, efectivamente, el cliente esté en el centro; c) qué alternativas existen hoy en el mercado que me produzcan eficiencia y agilidad d) qué nuevas tecnologías van a impactar en los roles y funciones de la gente”.

Esta visión proactiva del talento humano permite anticipar las necesidades de empleo y preparar a los equipos de manera estratégica: “Es como preparar el pénsum de una universidad o una escuela de negocios; yo tengo que preparar a mi gente para que estén listos”.

Un ejemplo concreto es la creciente necesidad de perfiles con conocimientos en herramientas como Google Analytics, incluso en áreas tradicionalmente alejadas de la tecnología, como Recursos Humanos. El futuro del empleo demanda nuevas habilidades.

Liderazgo, Reskilling y Upskilling

Los conceptos de Reskilling (reconversión de habilidades) y Upskilling (profundización de conocimientos) son cruciales en la conversación sobre el futuro del empleo. “Esto no es nuevo. La diferencia es la velocidad”, enfatiza Estrada. La rapidez con la que evolucionan las habilidades requeridas para el trabajo exige una respuesta ágil por parte de las empresas y los individuos.

Empresas visionarias, como Unilever, han reconocido la importancia del futuro del trabajo desde hace años: “Imagínate qué visionarios. Ya lo fueron identificando desde hace algunos años”. Esta anticipación les permite estar mejor preparadas para los cambios en el empleo.

“Cada empresa debe ver cuáles son las tendencias en el negocio en el que se encuentra y los cambios que se están dando en la industria en la que participa”. La clave para el éxito en el futuro del trabajo reside en “Ser de una postura proactiva y no reactiva”.

La responsabilidad del colaborador en el futuro del empleo

La adaptación al futuro del empleo no es solo responsabilidad de las empresas; los colaboradores también tienen un papel activo. La obligación de aprender y aplicar lo aprendido es fundamental, incluso yendo más allá de lo que se ofrece formalmente. Eliminar las excusas y aprovechar la infinidad de formatos de aprendizaje disponibles es esencial. La disposición individual es clave para un retorno significativo en el empleo.

Finalmente, factores como el clima laboral, la cultura organizacional, la política salarial y el estilo de liderazgo influyen directamente en el compromiso de los empleados y su disposición al cambio. “Cuánto más productivo es un empleado inspirado, versus uno que solo está satisfecho. Para sorpresa de todos, hay un estudio, una referencia de Harvard, que dice que es más del doble”. Un talento humano comprometido es fundamental para navegar con éxito el futuro del trabajo.

¿Qué tan preparada está tu empresa para la inminente llegada de un futuro de tecnología abrumadora? Mantente un paso adelante con el contenido, las charlas y los programas de IDE Business School.

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