El contexto de la revolución digital hace que sea cada vez más difícil para las empresas sostenerse en el tiempo. ¿Qué significa supervivencia tecnológica? ¿De qué depende la supervivencia tecnológica de las organizaciones? Te lo contamos en esta entrada.

Qué significa supervivencia tecnológica empresarial

“Pasar de un estado existente a uno experimental requiere ‘entender para actuar’ y conocer el real sistema estratégico de las organizaciones. Solo así se fomentarán cambios en la cultura organizacional, el diseño de la estrategia y de la ejecución rentable” observó Diego Ignacio Montenegro, profesor de IDE Business School durante su charla “El impacto de las tendencias globales en la gestión empresarial”. 

Lo que Montenegro buscaba transmitir es la necesidad urgente que tienen las empresas de volverse cada vez más expertas en la adaptación al cambio. El nuevo panorama digital no solo está inserto en los hábitos y el estilo de vida de las personas, entendidas como consumidores. La tecnología está cada vez más presente en la gestión empresarial como tal y no solo avanza de manera vertiginosa, sino también, hasta cierto punto, antojadiza. 

Es decir, la inteligencia artificial y demás herramientas que de ella surjan no solo será cada vez más precisa y “perfecta”, sino que se preve que cambie a menudo de métodos y formatos. Para las empresas, mantenerse al día en estos métodos hará que tengan una ventaja o desventaja frente a su competencia. 

Evolución tecnológica, evolución del consumo

Durante la charla, Montenegro se detuvo a analizar cuán diferente es el panorama de compra actual al que vivíamos hace unos años. Hoy existe un “exceso de oportunidades”, gracias a la accesibilidad infinita implícita en el comercio electrónico. 

¿El producto que buscas no existe en tu país? ¡No hay problema! Basta un clic para comprarlo en una tienda extranjera y traerlo a través de los cada vez más frecuentes servicios courier, sin largas esperas, ni complicaciones y con tarifas que cada día resultan más convenientes. 

Ese es el mayor “problema” del consumidor actual, según anota Montenegro: decidir entre un mar de posibilidades y escoger una marca entre las muchas que son capaces de satisfacer sus necesidades y sus gustos. “Hace veinte o treinta años, no había esas opciones. El mundo vive una época de abundancia sin precedentes” comentó.

La revolución tecnológica y su dilema ético 

Para Montenegro, esa abundancia sin precedentes que vivimos actualmente no llega para ofrecernos únicamente beneficios, también viene cargada de confusiones éticas. Para él, tener acceso a más o menos cosas ya no es un problema. El problema es que, más bien, todo sucede tan rápido y en cantidades tan grandes, que la ética pasa a segundo plano. 

Y es que ni las personas ni las organizaciones nos tomamos el tiempo necesario para plantearnos dilemas éticos y la concepción de los valores empieza a debilitarse: “Hay una abundancia de oportunidades, pero también de corrupción. Entonces, ¿cómo fortalecer las organizaciones desde lo ético para enfrentar estos dilemas? Ese es el desafío” asegura Montenegro. 

Probar con distintos modelos de liderazgo es una buena idea

Para Montenegro este dilema ético no es un problema aislado que se queda solo en lo moral, sino que tiene implicaciones en todas las áreas de una empresa. 

Al no ser cuidadosos con las consecuencias de nuestras elecciones presentes, podríamos estar configurando un futuro en el que esas mismas elecciones que nos beneficiaron momentáneamente nos perjudiquen en un futuro, pues, por ejemplo, se le dio demasiadas libertades al uso de la inteligencia artificial y nuestros derechos de propiedad intelectual se ven afectados, entre otras consecuencias que todavía ni siquiera somos capaces de avisorar. 

En ese contexto, Montenegro aconseja probar con distintos modelos de organización y estilos de liderazgo y estar abiertos a adaptarnos a aquellos que resulten más convenientes, tomando en cuenta el corto, mediano y, en lo posible, largo plazo. “No pueden dejar de pensar qué pasará en los próximos cinco años, pero también saber que requieren un equipo de ejecución en el corto y mediano plazo que sepa qué tiene que hacer para no estar desenfocados. Esto no es de cambiar por cambiar, de mover todo sin tener claro por qué servirá y se terminan convirtiendo en una organización estresada, que no tiene claro con qué cultura organizacional soportarán este cambio” explica Montenegro. 

Montenegro observa que en Ecuador hay muchas empresas que ya han integrado herramientas de inteligencia artificial a su gestión, como por ejemplo ChatGPT, pero que no tienen claro el por qué de esa integración, que no se han preguntado si resulta conveniente esta adición, más allá de una moda.

El cambio consciente: la clave de la supervivencia tecnológica

¿Cuál es la respuesta, entonces? Para Montenegro se trata de encontrar un equilibrio en el que las empresas desarrollen la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios y la flexibilidad para ir probando distintos estilos de liderazgo; pero con la conciencia de cómo esos cambios podrían afectar el futuro de la organización. De eso se trata la supervivencia tecnológica. 

“Más grande o pequeño sea el cambio o reinvención del modelo estratégico, las organizaciones tienen que incorporar nuevos factores que aparecen; por ejemplo, qué pasa si no automatizo, si no sé cómo adoptar la inteligencia artificial…” analiza Montenegro. 

Finalmente, parte de ser aptos para el cambio y la transformación tecnológica vertiginosa que enfrentan hoy las empresas tienen que ver con la apertura al aprendizaje constante. En IDE, creemos que es importante que los líderes empresariales se mantengan siempre un paso adelante en formación y conocimientos. Por eso, contamos con varios programas de aprendizaje para exalumnos, como nuestro programa Reboost o nuestra membresía Alumni, en la que nuestros egresados tienen acceso a una serie de charlas y conferencias.

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